Lo terrible es que la identidad pasa a ser definida por el sexo. Es decir, una banalidad pasa a definir lo esencial. Lo que si tiene trascendencia, y es esencial y especificamente humano, es el ambito de lo afectivo. Pero el sexo no. Lo malo es que, en algun momento aciago de la humanidad, se cometio el tragico error de adjudicar a lo sexual un significado moral. He llegado a un convencimiento: creo que todos los planteamientos sobre la sexualidad son equivocados. La homosexualidad no existe, es una proyección de la mente reaccionaria, y lo mismo la heterosexualidad. Yo creo que lo sexual pertenece totalmente a la vida vegetativa, está a la misma altura de la necesidad de nutrición o de dormir. Son tres actividades básicas, importantisimas, pero las tres carentes de significado moral, de trascendencia moral.
Manuel Puig - Escritor argentino
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