Emocion

A propósito de las emociones y la vorágine interna a la que nos vemos sometidos cada vez que un sentimiento de considerable intensidad irrumpe en nuestro esquema. La vida útil de esa emoción, el camino por el que circula y magnitud con la que desbarata nuestros mecanismo de defensa y raciocinio ; todo eso analizado a la luz del siguiente texto:

Es sabido que los demás pueden detectar que estamos enojados o enamorados antes que nosotros mismos. Cuando se está enamorado por primera vez- como Mme. de Renâl en Le Rouge et le Noir de Stendhal-, uno puede vivir plena e inocentemente esa emoción hasta que, repentinamente, un día descubre: "Estoy enamorado". No se trata de autoengaño, sino de inadvertencia. También en el caso de la ira, la emoción debe rebasar un cierto umbral, antes de que llegue a ser advertida. Al mismo tiempo, los episodios de ira suelen caracterizarse por llegar a un "punto de no retorno", a partir del cual es imposible ejercer el autocontrol. La razón de que el control de la ira sea tan arduo, según Montaigne, estriba en que al segundo umbral se llega antes que al primero. "Todo al nacer es débil y tierno. Por ello, hemos de tener los ojos abiertos en los comienzos ; pues así como entonces, por su pequeñez , no descubrimos el peligro, cuando ha crecido ya no descubrimos el remedio.




- Extraido de Saber Leyes No es Saber Derecho

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