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Morelliana

Una prosa puede corromperse como un bife de lomo. Asisto hace años a los signos de podredumbre en mi escritura. Como yo, hace sus anginas, sus ictericias, sus apendicitis, pero me excede en el camino de la disolucion final. Despues de todo podrirse significa terminar con la impureza de los compuestos y devolver sus derechos al sodio, al magnesio, al carbono quimicamente puros. Mi prosa se pudre sintácticamente y avanza - con tanto trabajo- h acia la simplicidad. Creo que poor eso ya no sé escribir "coherente"; un encabritamiento verbal me deja de a pie a los pocos pasos. Fixer des vertiges, qué bien. Pero yo siento que deberia fijar elementos. El poema está para eso, y cirtas situaciones de novela o cuento o teatro. Lo demas es tarea de relleno y me sale mal.

- Sí, pero los elementos, ¿son lo esencial?. Fijar el carbono vale menos que fijar la historia de los Guermantes.
-Creo osuramente que los elementos a que apunto son un término de la composición. Se invierte el punto de vista de la quimica escolar. Cuando la composicion ha llegado a su extremo limite, se abre el territorio de lo elemental. Fijarlos y, si es posible, serlos.

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