Me apuno en un capricho fortuito
y entre besos baldios procuro
hallar la unica respuesta a mi
circunstancia. La nada teñida
de vos es incomoda cuando no queremos
existir de la manera que pretendemos.
Es vital el aliento, cuando lo
trivial pasa a ser no más que
una excusa para perpetuar el
silencio que alguna vez supo
comunicarnos.
Tan tarde suele ser, que al mirar
atras, ya es adelante. Preferiria
concluir sonriendo, iluso frente
a ese santuario pagano que es tu
boca. Sacrifico mi ultima lagrima.
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